martes, 16 de diciembre de 2008

SecueNcia

En este momento sería algo así:
sacar del pilón "A", acomodar a la vista, perforar más o menos al medio, buscar en el documento de texto digital "A",
ctrl + c
empujar la hoja para el costado (ya vino abrochada), poner en el bibliorato "B",
alt + tab
buscar en la planilla digital "B", corroborar el número de expediente, la fecha de caducidad, la renovación, el nombre de la institución, tomar mate, canturrear a Charly que le pone onda,
ctrl + v
seguir con la secuencia determinando cada campo por separado.
alt + tab
Escribir en el blog, mirar el facebook, revisar el celular (vamos, perder un poco de tiempo, recién son las 10)
ctrl + c - ctrl + c - ctrl + c
fumar un pucho (10 y media, dale que va)
ctrl + v
Todo otra vez, hasta las cinco. Por lo menos hay aire acondicionado...

martes, 2 de diciembre de 2008

DIXIT

El ministro de Salud Pública de Córdoba, sobre los implantes de prótesis mamarias (a raíz de la muerte de una piba de 29 años) "tenemos exhortar a no operarse porque sí y terminar con esta demencia colectiva"

martes, 4 de noviembre de 2008

determiNismo histérico

"La culpa de todo eso la tiene el peronismo, y la culpa de que exista el peronismo la tiene la oligarquía amarreta que trataba a los trabajadores como basura."

de un lector de La Nación On Line (alex algo, no me acuerdo bien)

jueves, 25 de septiembre de 2008

posmoclick #dos

No parecía importarle la garúa que, al juntarse con el hollín de la ciudad, se convertía en un pegote molesto. Caminaba por la calle del centro vestido como un hombre de unos ochenta años (muy a pesar de sus veintipico) y entre las manos llevaba un libro abierto de Paul Auster. Sólo desviaba los ojos de las páginas para mirarle la cola a las chicas que revoloteaban por los locales de ropa.

jueves, 11 de septiembre de 2008

aNtes y después

Había dejado de besarme. Sentada arriba mío, miró hacia el costado, con los ojos perdidos en la claridad que ya era evidente. Se quedó un rato así, como en otro lado. Los dedos inmóbiles apenas rozaban mi estómago. No podía hacer nada, no quería hacer nada. Su cara cobró vida cuando se mordió el labio y me miró. Después se desprendió el pantalón.

sábado, 23 de agosto de 2008

posmoclick #uNo

_¿Còmo andás Javier?
_Acá me ves, cosiendo una media y escuchando White Zombie

viernes, 8 de agosto de 2008

ImageN (el espejo)

En este momento me estoy sentando a ver cómo nos alejamos, porque yo también me estoy moviendo. Cada vez que me doy vuelta y veo que das otro paso, siento la necesidad de dar uno yo también, sin saber bien hacia qué lado.



Caminaba por la vía un día cualquiera a la tarde. Como no tenia nada para hacer se había cebado unos mates en la latita mientras escuchaba un partido de fútbol por la radio. Miró por la ventana y el sol ya estaba acercándose a la copa de los árboles, la hora en la cual se reflejaban las ventanillas de los autos que pasaban por la ruta. Lejos, pero se veían los destellos, uno tras otro en la dirección opuesta a la que iban a la mañana. Volvían más lento, quizás agotados.
La inmovilidad del rancho le empezó a parecer angustiante. El aire estaba pesado y el sillón del ford viejo, incómodo. Pensó que ya tenía los elásticos vencidos y se puso de pie en dirección a la puerta.
Emp junto a los rieles, en eezó a caminar por la vía con las manos en los bolsillos, buscando una señal de cualquier cosa que cambiara esos días largos mateando en la sombra de la casilla. Buscó por todos lados: en la basura que se amontonabal chirrido de los pájaros, en el sonido de las hojas agitadas por el viento.
No pasaba nada, hasta que dejó de caminar. Tardó un tiempo en dar la vuelta, estuvo impávido mirando cómo se juntaban las vías a lo lejos. Giró el cuerpo despacio, sabiendo que había estando andando un buen rato y que faltaba para llegar a casa.
No tenía que haber nada, pero si había. Levantó los ojos para mirarse a él mismo, sucio con la ropa deshilachada, en un espejo perfectamente apoyado sobre las vías. No tenía ningún soporte que lo sostuviera, ni mago que le augurara la mayor belleza, ni mundo al cual viajar. No tenía nada, era un espejo sin marco parado arriba de las vías.
Se vio distinto, la imagen reflejada era lo mejor de él. Era su cuerpo vivo de moverse, era su sonrisa despreocupada a las ocho de la mañana, eran ojos que brillaban.
Pero eso ya no estaba más, él conocía su cara, su sonrisa, la flaccidez de los músculos. Miraba todo eso todas las tardes en el espejo redondo con marco de plástico colgado junto a la palangana.
Estiró la mano buscando el frío rígido del vidrio, pero cuando acercó los dedos la imagen que se reflejaba empezó a correr hacia el fondo del espejo, la misma dirección que traía él volviendo a su casa. Quiso perseguirlo sin darse cuenta de que para alcanzarlo tenía que correr precisamente en el sentido contrario.


martes, 8 de julio de 2008

INsumos del psicólogo

Profesión con pocos gastos si las hay, sobre todo porque la tecnología requerida parece ser, al menos en su práctica más habitual, casi nula. Como sea, los insumos básicos de un psicólogo se reducirían a una habitación al azar, un sillón (de cualquier tipo, el diván pertenece a una modernidad del siglo pasado), un cuaderno, una lapicera y una caja de Cleanex.

lunes, 9 de junio de 2008

SiNcerami3Nto ProgresivO

22:30
_No chabón, es lo que elijo y así estoy bien... no me interesa otra cosa.

00:10
_Estoy seguro de que pase lo que pase la quiero a ella.

03:27
_¡Nooo, mirá lo que es eso!






04:15
_Ya fue, le re doy.

04:17
_No me dio bola ni ahí, me sacó del orto.


05:23

_¿Vamos al cabaret?

viernes, 6 de junio de 2008

GaNas

Le das la vuelta, te reacondicionás a la nueva situación de equilibrio (ese momento en que uno se despega del conflicto y vuelve a veletear otra y otra vez)... No hay vuelta que darle, no podés porque no querés y no querés porque sentís. Sentís un montón, eso que te desborda físicamente hasta tener la necesidad de otro cuerpo más para que duela parejo al menos. No importa, sabés lo que tenés que hacer, lo planificaste, lo pensaste, lo decidiste. Te tenés que despegar, ¿y? No tenés ganas. Bah, a veces si, cada vez más y con esfuerzo, pero de vez en cuando seguís cayendo en lo mismo (let her go man, u're making all the thing longer de lo que debería).

Ya te lo dijo "no tengo ganas". Argumento más válido que ése no debe haber. No es maldad, no es asco, no es odio, no es nada. Es la falta de algo. La falta de ganas.
Te preguntás si las ganas vuelven, después de todo las cosas que uno siente son cíclicas, sobre todo el amor. Pero no, porque cuando vuelven es porque fueron alimentadas y ahora ya no está, entonces no tenés cómo alimentar. ¿El paso del tiempo alimenta? O da hambre, quién sabe. Eso, incertidumbre de qué pasará con ganas que todavía no pueden ser, porque están en un futuro cercano (tirando a lejano, a momentos inalcanzables e invisibles para los ojos de un hoy que no se puede ver, y quizás se trate de eso, de poder ver hoy y que se vaya todo a la concha de su madre) sobre el cual todavía no se pueden tener ganas. Se tienen ganas de cosas que pueden ser alcanzadas, lo otro queda para los sueños.
Pensandolo bien, ya no tengo ganas de esto, y entonces pasa como eso que ya no está, simplemente deja de ser para convertirse en un algo inmaterial que te provoca pensar a cuatro mil por hora incapacitandote a llegar a alguna reflexión útil.

martes, 27 de mayo de 2008

OrgaNizacióN del cu3lgue dañiNo

¿Dónde me quedé? Cuesta comprenderlo, mucho ruido en la cabeza que no te deja ver. Mejor hago una lista, quizás los acontecimientos se dieron de alguna manera algo desquiciada y ordenarlos lleva a algún lugar (digo esto como si el cerebro de uno fuera un espacio físico donde se pone en escena una obra con demasiados argumentos):

sentidos atrofiados (ok)
mente extraviada (ok)
estupidez imperante (ok)
tibio intento de rectificación (ok)
evasión cobarde sostenida en el tiempo -cuelgue dañino- (ok)
pérdida irrevocable (ok)
angustia, mucha angustia (ok)
replanteos tardíos (ok)
sensación de haber despertado (ok)
angustia espontánea e irregular (ok)
tristeza ante el pasado (ok)
indicios de estado de equilibrio (ok)

breves destellos de desesperación, aunque en un segundo plano (ok)
más tristeza por la pérdida -es amor lo que sangra- ahora más real (ok)
pequeñas proezas con la sensación "debería haber pasado antes" (ok)
nuevo rumbo, no tan lejano (ok)
futuro tan lleno de posibilidades que ya ni sé (...)
estado de equilibrio pleno, una vez dados todos los factores constitutivos de una vida más o menos planeada, pensada, deseada, querida, besada, abrazada y demás (...)
o más bien un recuerdo triste del pasado cercano (...)

Lo que ahora me pregunto es si es este el espacio donde volcar todo esto, aunque las palabras tengan otro ritmo algo más vertiginoso, víctimas de la improvisación sensasorial descontrolada. Veremos, veremos...

sábado, 24 de mayo de 2008

Absurdo

Estaba ahí sentado sin hacer nada. Miraba el agujero del cable de la lámpara, un empaste de plástico, mugre y telas de araña. Le pareció feo.
Era una noche tranquila, no pasaban casi autos por la calle. Una moto rompió el silencio, el ruido entrecortado del escape que se hacía más fuerte y más agudo. “Frenaron cerca”, pensó. Dos voces muy nasales le confirmaron su supocisión. Parecían discutir sobre algo importante, o por lo menos digno de ser discutido a los gritos. En ese momento se los imaginó; la Honda bis, la gorra, las lengüetas de las zapatillas por afuera del pantalón.
La bala rompió un vidrio, apenas miró para atrás. El líquido rojo chorreó por el borde de la mesa.